Álvarez: “La función de los bancos es dar créditos, no subsidios”

CORONAVIRUS/ El consejero delegado de Santander dice que la prioridad de las entidades debe ser reforzar el balance.

Santander delimita el rol que debe jugar la banca para dar apoyo a la economía ante la crisis desatada por el coronavirus. Considera que el sector debe ser el puente que permita que lleguen a familias y empresas las ayudas articuladas por las Administraciones Públicas, pero avisa de la necesidad de mantener un elevado control del riesgo para evitar futuros problemas bancarios.

“Como mecanismo de transmisión para el sector público, debemos asegurarnos de que los recursos públicos se asignen de manera justa y justificada, teniendo presente que estamos prestando, no otorgando subsidios”, señala José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, en un artículo publicado en la última edición de la revista del ‘think tank’ Eurofi.

En España. entre las medidas puestas en marcha, el Gobierno ha lanzado un programa de avales estatales para créditos a empresas por hasta 100.000 millones a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Hasta ahora, se han utilizado 13.400 millones (ver información adjunta).

Debate

En las últimas semanas, el debate en torno a la existencia de trabas por parte de la banca para acceder a los préstamos respaldados por el ICO ha cobrado fuerza. En el sector, sin embargo, se defiende la necesaria cautela con la que debe gestionarse esta financiación. Entre otros factores, el Estado avala entre el 60% y el 80% de cada operación, lo que implica que el riesgo restante (entre el 40% y el 20%) es asumido íntegramente por los bancos. Éstos también aportan la liquidez para conceder los préstamos, en un escenario de costes de financiación al alza por la crisis.

Álvarez, por otra parte, también remarca que el objetivo principal del sector debe ser ahora el fortalecimiento del balance, ante el aumento de la morosidad.

“La principal prioridad para los bancos será gestionar el riesgo con prudencia para mantener nuestros balances sólidos. Esto nos permitirá seguir apoyando a las personas y a las empresas”, indica.

En su opinión, es esencial que los bancos identifiquen correctamente a aquellos clientes que atraviesan dificultades de pago “transitorias relacionadas con la pandemia” y aquellos que no responden a este perfil. “Esta distinción entre la interrupción transitoria y la inviabilidad a largo plazo es esencial para asegurar la salud de los propios bancos”, advierte.

Provisiones

Para aliviar la presión sobre el sector y que los bancos tengan más margen para canalizar crédito y absorber pérdidas, los supervisores financieros de todo el mundo han suavizado en las últimas semanas los requerimientos de provisiones. La medida ha contado con un respaldo global, pero simultáneamente las autoridades están alertando sobre la necesidad de mantener el rigor para que los balances reflejen el deterioro real de los activos y no se retrase el reconocimiento de la morosidad. También se considera clave mantener transparencia para prevenir una eventual pérdida de confianza del mercado hacia la banca.

Algunos analistas calculan que Santander destinará este año entre 12.000 y 16.000 millones de euros a provisiones, frente a un margen antes de dotaciones de entre 23.000 y 25.000 millones. En la crisis de 2012, el banco dotó cerca de 19.000 millones en ese ejercicio, si bien cubrió una parte de los saneamientos con plusvalías logradas con desinversiones.