ASÍ SE GESTIONA EN LA ERA DEL CORONAVIRUS

“Espero que la sociedad valore el esfuerzo de las sucursales”

JOSÉ SEVILLA Consejero delegado de Bankia.

José Sevilla (Madrid, 1964), consejero delegado de Bankia, trabaja a diario desde una planta vacía y asegura que si hace dos meses le llegan a decir que la mayor parte de la plantilla iba a trabajar de forma “frenética” desde casa, no lo hubiera creído.

– ¿Cómo está siendo su experiencia con el teletrabajo?

Estoy trabajando en la oficina porque normalmente estoy acudiendo a mi despacho, cumpliendo, por supuesto, todos los protocolos de higiene y seguridad marcados por las autoridades. Podría teletrabajar desde casa, pero por eficacia personal prefiero venir a nuestro edificio. Pero lo que yo hago tiene poco interés, lo realmente importante es el trabajo que realizan el conjunto de profesionales de Bankia en estas condiciones tan adversas. Un 98% de las personas de servicios centrales y un 50% de las personas de oficinas están prestando servicio a clientes desde casa. Además, tenemos a 5.000 personas atendiendo a los clientes en las sucursales, lo que tiene un gran mérito. Creo que es una aportación muy importante para la tranquilidad de los ciudadanos en este contexto y confío en que la sociedad se lo valore en algún momento.

–¿Cuáles son sus nuevos hábitos diarios de trabajo?

Sigo viniendo a la oficina desde primera hora hasta muy tarde. En este nuevo entorno tenemos mucho más trabajo que antes ya que las prioridades nos han cambiado de forma súbita. Hemos redefinido toda la manera de trabajar de nuestro banco al tiempo que hemos tenido que revisar muchos planes y poner en marcha múltiples iniciativas para reducir todo lo que esté en nuestra mano el daño económico que esta situación está causando a cientos de miles de personas y de empresas en España. En nuestro edificio central no hay prácticamente nadie y ahora me paso el día en reuniones no presenciales con profesionales de la casa y externos. Pero lo que ha cambiado radicalmente es el día a día en nuestras oficinas.

–¿Utiliza videoconferencia o simplemente llamadas?

Principalmente videollamadas porque así me siento más cercano a la gente con la que me estoy reuniendo y, además, me permite estar más concentrado. Hace dos meses, Teams (nuestra aplicación de videoconferencias) era para mí prácticamente una desconocida y ahora somos inseparables. Para las conversaciones con una única persona recurro al teléfono en la mayoría de las ocasiones, igual que hacía antes.

–¿Acude a la oficina normalmente?

Sí, como decía antes, vengo todos los días. El principal cambio, aparte de que la planta está vacía, es que puedo ir a comer a casa y coincidir con mi familia, algo que antes no me era posible.

–¿Está haciendo deporte en casa?

Yo solía salir en bicicleta los fines de semana. Este último fin de semana he tenido la ocasión de volver a salir por primera vez (dentro del horario regulado) y ha sido estupendo.

–¿Practica algún ‘hobby’ o ha comenzado alguno nuevo?

No tengo mucho tiempo para hobbies. De hecho, tengo la sensación, que creo que comparten muchas personas, de que en este nuevo entorno separar los espacios de ocio y trabajo se vuelve algo más complicado. En el poco tiempo que logro sacar, trato de estar más con mi familia (es una de las pocas cosas positivas que esta situación tan crítica nos permite) y leer y ver alguna película.

–¿Le da tiempo a hacer alguna actividad con sus hijos: deberes, juegos, películas...?

Mis hijos ya tienen edad suficiente como para no necesitarme para hacer deberes ni me reclaman para jugar, así que tratamos de compartir películas y series, y hemos descubierto el parchís digital. Procuramos comer y cenar juntos y compartimos las novedades del día. No puedo evitar pensar en lo difícil que tiene que estar siendo esta situación para los padres con niños pequeños.

–¿Qué experiencias positivas se pueden extraer de la actual experiencia de teletrabajo?

Esta crisis nos ha enseñado que el teletrabajo ha pasado de ser un concepto a ser una realidad. Vamos a avanzar en conciliación y en flexibilidad laboral con el convencimiento de que nos va a permitir ser más eficientes. A partir de ahora teletrabajaremos con mucha más frecuencia, pero creo que, cuando las condiciones sanitarias lo permitan, seguirá primando el trabajo en equipos presenciales. En Bankia el cambio ha sido radical. Si a mí me dicen hace dos meses que esto se podía hacer y que el banco iba a trabajar al ritmo frenético con que funciona y con la calidad que se está prestando el servicio a clientes, no me lo hubiera creído. Los profesionales de Bankia han vuelto a demostrar que tienen una capacidad de adaptación, de esfuerzo y de compromiso increíble. Me genera mucho orgullo.

–¿Qué le resulta más duro de esta situación?

Lo primero, el doloroso balance de la crisis sanitaria: la cifra de fallecidos y contagiados, que uno no se pueda despedir de sus seres queridos, el miedo que cada uno tenemos a que le toque a alguno de los nuestros o a nosotros mismos… Y lo segundo, los daños que está generando la crisis económica: la pérdida de puestos de trabajo, la cantidad de gente que no tiene ingresos, las empresas cerradas y sin tener claro cuándo y cómo van a poder abrir porque todo depende de la evolución de la pandemia. Por eso creo que no se puede separar la crisis sanitaria de la crisis económica. Hay que acometerlas en paralelo. Teniendo claro que la prioridad es acabar con la crisis sanitaria, todos y cada uno de nosotros tenemos que hacer todo lo posible y lo imposible para sacar adelante a las empresas, con el objetivo de que la dureza de esta situación pase lo antes posible para todos los ciudadanos. Cuanta más gente mantenga sus ingresos o los recupere, antes podremos salir de esta situación.

–¿Considera que esta vivencia va a cambiar la forma de gestionar su empresa en el futuro?

En el futuro, sin duda, pero en el presente ya nos ha cambiado. La situación de solvencia y liquidez del sector bancario es hoy mucho mejor que la que teníamos en la anterior crisis y esto nos permite centrarnos en el objetivo de cómo ayudar a todas esas personas y empresas que se han quedado sin ingresos. En Bankia estamos haciendo moratorias en los pagos de los créditos a las familias, concediendo financiación a empresas en condiciones ventajosas, con avales ICO y sin ellos, adelantando los pagos de pensiones y desempleo, y hemos suprimido las comisiones de los cajeros para facilitar el uso del más cercano, con independencia de qué entidad sea la titular, para salvaguardar su salud. Hasta hemos puesto un servicio para llevar la compra y los medicamentos a casa a los pensionistas.

A medio plazo, seguro que habrá cambios en los hábitos de los consumidores, ya veremos cuánto y en qué sentido, y eso nos llevará a adaptar nuestra aproximación al negocio. Y el mismo teletrabajo, en el sentido que comentaba antes, nos hará más eficientes y nos llevará a cambios en nuestras formas de trabajar.

–¿Cree que el coronavirus marcará un antes y un después en el mundo de las empresas? ¿En qué sentido?

En el ámbito estrictamente empresarial creo que se acelerará la tendencia que ya se había iniciado de repensar el propósito de las compañías priorizando los valores relacionados con el equipo humano, la solidaridad y la sostenibilidad. Pero estoy convencido de que se van a producir cambios importantes no sólo en las empresas, sino también en la sociedad en su conjunto. Cambios que vendrán derivados de la necesidad de superar esta crisis pronto y con el menor daño posible. En el corto plazo, podemos esperar una menor globalización de las economías y, en paralelo, un avance en la digitalización. Pero también veremos una creciente preocupación por reducir los necesarios aumentos de deuda que se van a producir. Espero que en España esto nos impulse a una mejor coordinación entre el sector público y el privado, a evitar la falsa confrontación entre empresas y personas, y a valorar la importancia de una Europa fuerte.