Santander alerta del riesgo de un impuesto a la banca por el Covid-19

EN 2020/ La entidad, la primera en lanzar este tipo de advertencia, apunta a un posible aumento de la presión fiscal al sector financiero para “mitigar las consecuencias económicas de la pandemia”.

Santander advierte sobre un posible aumento de los impuestos a la banca en España como vía para paliar los costes del shock económico provocado por la pandemia. Es el primer banco que alerta de mayores riesgos fiscales como consecuencia de la crisis del coronavirus. La entidad ha avisado esta semana del impacto negativo que este escenario tendría en su negocio en un folleto dirigido a inversores remitido al supervisor del mercado estadounidense (SEC). “Existen distintos factores que pueden afectar negativamente las tasas impositivas efectivas futuras de Banco Santander (...) como cambios en los créditos fiscales o modificaciones de las leyes fiscales o su interpretación”, señala Santander.

Sociedades

“En particular, el Gobierno español anunció en 2019 medidas impositivas específicas que pueden incluir una tasa mínima del 18% [en el impuesto de Sociedades para la banco] y limitaciones a la exención de dividendos. Si estas medidas se aprueban finalmente, afectarían a Banco Santander y al grupo”, indica el folleto. “Además, no se puede descartar que, como parte de los esfuerzos del Gobierno español para abordar la situación del Covid-19, estas medidas impositivas u otras nuevas se introduzcan en 2020 para mitigar las consecuencias económicas de la pandemia”, concluye.

La posibilidad de un impuesto especial a la banca sobrevuela el sector desde 2018, coincidiendo con la llegada del Partido Socialista al Gobierno, y particularmente desde finales del pasado año, cuando la formación que lidera Pedro Sánchez acordó su actual coalición con Unidas Podemos.

El partido de Pablo Iglesias defiende sin ambages una subida de impuestos al sector, un escenario que las entidades han venido contestando reiteradamente.

“El sector bancario no es el que más merece que se le imponga un impuesto específico”, señaló la presidenta de Santander, Ana Botín, a inicios de año, durante la presentación de los resultados de 2019.

También BBVA, que próximamente podría hacer pública la actualización anual del folleto continuado, se ha posicionado en esta línea. “En febrero de 2020 se ha anunciado un impuesto a las transacciones financieras en España que se basa en parte en la propuesta de la Comisión Europea (...) Cualquier gravamen o impuesto sobre las actividades del banco podría tener un efecto material adverso en el negocio y los resultados”, señaló a principios de marzo, en la última información sobre riesgos remitida a la SEC.

“Es necesario calibrar los efectos de un impuesto especial a la banca”, avisó Carlos Torres, presidente de BBVA, al dar a conocer las últimas cuentas anuales. El banquero alertó del impacto negativo que podría tener sobre la economía por por la importancia que tiene la banca como distribuidor de financiación para los actores económicos.

Frente a las medidas fiscales que se vienen barajando, el conjunto del sector también ha argumentando que encarecerían el crédito, o que implicarían una penalización por la doble imposición de dividendos. También se ha insistido en la paradoja que supondría elevar los impuestos a un negocio –el bancario– que en España genera actualmente pérdidas.

Nuevo escenario

A todo ello se une ahora el gran argumento de fondo: la recesión económica sobrevenida por la pandemia. El sector ha comenzado a notar sus efectos en el primer trimestre, pero los supervisores y las entidades coinciden en que será en los próximos meses cuando lleguen el impacto más duro en términos de morosidad y deterioro de los balances.

Nuevos impuestos supondrían un elemento de presión añadido en plena crisis económica. El sector, además de a los tipos de interés negativos, tiene que hacer frente al parón de la economía, que ha hecho caer más los ingresos y elevar las provisiones. Algunos bancos incluso han entrado en pérdidas.