La presidenta de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (ESRB),Christine Lagarde, que también dirige el Banco Central Europeo (BCE), emitió ayer una recomendación a las autoridades competentes solicitando que se restrinjan el reparto de dividendos entre las firmas del sector financiero hasta enero de 2001.
Los bancos, las aseguradoras y reaseguradoras y algunas grandes firmas de inversión se verán afectadas.
Solicita así una ampliación del plazo de restricción de la remuneración al accionista de tres meses, pues el Consejo de Supervisión bancaria del BCE y la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones (EIOPA) ya instaron a la cancelación de cualquier reparto de dividendos, bonus y recompra de acciones hasta octubre de este año.
La ESRB adjunta un documento explicativo en el que reconoce que estas restricciones afectan negativamente al comportamiento de las entidades en Bolsa –cifra el impacto en una caída adicional de entre el 2,79% y el 0,82% de las cotizaciónes–.
Pese a ello, toma esta decisión para mantener la estabilidad del sistema en un momento de crisis en el que hasta la última unidad de capital es necesaria para mitigar el shock económico provocado por el coronavirus.
Cuanto más robusto sea el sector financiero, mejor será su capacidad para seguir prestando a las empresas sin poner en jaque su propia supervivencia.
La medida se extiende también a las entidades internacionales con filiales en la zona euro, para que dispongan de recursos en la región.