El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha empeorado aún más sus proyecciones de debacle económica por el coronavirus para este año, alertando de un escenario sin precedentes ante una pandemia también histórica.
Las perspectivas del organismo financiero, considerado uno de los grandes oráculos de la economía, apuntan ahora a un deterioro de la riqueza global del 4,9%, peor todavía que la caída del 3% prevista el pasado abril, cuando la crisis del coronavirus se encontraba en plena ebullición.
España será uno de los grandes lastres del crecimiento y protagonista del mayor deterioro que observa el Fondo en apenas dos meses junto con Francia. El FMI prevé ahora que la economía nacional se reducirá un 12,8% en 2020, al mismo ritmo que Italia y muy por encima del 8% que se esperaba en abril. Ya entonces, se trataba del peor dato del PIB español desde que el Instituto Nacional de Estadística tiene registros (1970). Hasta ahora, la mayor caída anual se había registrado en 2009, cuando la economía se contrajo un 3,7%.
Con estas previsiones, el PIB español presentará el peor comportamiento junto con Italia de entre los grandes mercados avanzados y de la zona euro (para la que el FMI augura una caída del 10,2% este año, 2,7 puntos menos de los que anticipaba en abril). Por su parte, la economía francesa se reducirá un 12,5% y la alemana aguantará con un recorte del 7,8%. Incluso Reino Unido, muy golpeado por el coronavirus, sorteará mejor la crisis que España, con un recorte del 10,2% en 2020.
Comparativa
Para el caso español, las perspectivas son peores que las que augura el Banco de España, que apunta a una caída del 11,4%, pero mejores que el hundimiento de hasta el 14% que pronostica la OCDE en caso de que se produzca un segundo brote de contagios. Por su parte, la Airef (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) cree que la economía española se contraerá un 14,1% entre abril y junio, una cifra más optimista que la publicada hace apenas una semana, cuando pronosticó una caía del PIB del 18% para el segundo trimestre.
El FMI mantiene que la recuperación llegará en 2021, aunque reconoce que será más gradual de lo previsto ante una enfermedad que no cesa y que podría obligar a más medidas de confinamiento.
La reactivación estará, en todo caso, lejos de ser en V, pese a que el FMI ha mejorado las perspectivas para España respecto a abril, pasando de un crecimiento previsto del 4,3% al 6,3% el próximo ejercicio.
Parte del impulso se deriva de los estímulos fiscales que, como contrapartida, están disparando el endeudamiento. España cerrará el año con un déficit fiscal del 13,9%, la cifra más alta de la eurozona y superior incluso al 9,5% que se auguraba en abril. El desfase se producirá tanto por la caída de ingresos, calculados en más de 40.000 millones de euros, como por los incentivos y las ayudas públicas.
El endeudamiento, por su parte, se disparará al 123,8% sobre el PIB este ejercicio, 10,4 puntos más de los se calculaba hace dos meses. En 2021, la desviación presupuestaria será del 8,3% y la deuda se mantendrá por encima del 124% sobre la riqueza.
El FMI no actualizó ayer la previsión de paro. En abril, el Fondo auguró una tasa de desempleo del 20,8% en 2020, con 1,6 millones más de parados y 6,7 puntos por encima de los datos registrados en 2019. Según los avances del FMI, la tasa de paro española duplicará la de la zona euro, que se situará en el 10,4% este año.
Para 2021 el nivel de desempleo bajará hasta el 17,5%, duplicando el de la zona euro (8,9%) y muy lejos del de otros grandes mercados europeos como Alemania (3,5%), Francia (10,4%) e Italia (10,5%).
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lamentó ayer el “horizonte sombrío” que vaticinan las previsiones del FMI.
Editorial / Página 2
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