Oportunidad perdida para la concertación

El balance de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica tras dos meses de trabajos y más de un centenar de comparecencias de expertos no es nada satisfactorio. El formato parlamentario pactado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Pablo Casado, parecía el adecuado para facilitar el consenso entre las principales fuerzas políticas respecto al plan para hacer frente a la depresión pandémica, que según todas las estimaciones va a ser la más grave que sufra nuestro país en más de un siglo. Sin embargo, el corsé impuesto de inicio por PSOE y Podemos a los trabajos de la comisión, haciendo valer su mayoría en la Mesa del Congreso para limitar su alcance, y el empecinamiento de ambos partidos por imponer al resto de formaciones las principales medidas de su acuerdo de coalición como la columna vertebral del pacto para la reconstrucción han hecho imposible el consenso deseado y reclamado de forma insistente por organismos independientes, expertos, empresarios y el resto de la sociedad civil. Aunque la votación definitiva de las conclusiones de la comisión en el Pleno del Congreso no tendrá lugar hasta el 22 de julio, el rodillo impuesto por socialistas y comunistas bolivarianos a la hora de votar en la comisión las propuestas a debate –sólo salieron adelante una quinta parte de las enmiendas presentadas por la oposición– disipa las esperanzas en un gran acuerdo que facilite una rápida salida de la recesión vírica. La oportunidad perdida para la concertación será un hándicap de cara a recuperar la confianza perdida de los mercados y los socios europeos.