Aseguradoras como Mapfre y Catalana Occidente tendrán que retocar su bonus a la alta dirección para ajustarse al aumento del pago diferido en el tiempo, según la nueva hoja de ruta de los supervisores ante la crisis del Covid.
Tras la pandemia, la Dirección General de Seguros y Pensiones impone prudencia en la retribución variable a los ejecutivos de aseguradoras y gestoras de planes de pensiones.
La iniciativa supone una vuelta de tuerca a los criterios de retribución que deben fomentar “una gestión sana y prudente, que no aliente la asunción de riesgos excesivos” por las entidades. El objetivo es preservar su posición de capital con un nivel robusto de fondos propios” en equilibrio con la protección de los asegurados, siguiendo políticas prudentes de dividendos y de bonus que permitan absorber pérdidas potenciales.
El supervisor español del sector, en línea con el europeo, Eiopa, insta a estas entidades a aplicar una política de bonus adecuada y equilibrada con “especial hincapié en aquellos sistemas en los que la remuneración variable sea superior a la fija”, según la comunicación del supervisor a las entidades.
La Dirección General de Seguros y Pensiones pone el foco en los casos en los que el bonus anual exceda los 50.000 euros y represente más de una tercera parte de la remuneración total anual del órgano de administración, alta dirección, empleados en funciones clave y personal que tenga una incidencia importante en el perfil de riesgo de la entidad”.
Además, según las indicaciones de los supervisores, el 40% del bonus que pagan las entidades a sus cúpulas debe diferirse como mínimo a tres años. Ahora aseguradoras como Mapfre y Catalana Occidente sitúan este porcentaje de remuneración retenido en el 30%, por lo que, siguiendo las indicaciones de los vigilantes de mercado, deberían aumentarlo en diez puntos porcentuales. Mutua Madrileña no tiene bonus.
Las comisiones de control de los planes de pensiones, similares al consejo de administración de una empresa, deberán también aplicar una política de remuneración adecuada con los actuarios a los que contraten y con los proveedores externos.
El supervisor establece que si una aseguradora está cerca de incumplir su ratio de solvencia o si lo ha incumplido debe reflejarlo en su remuneración variable. En paralelo, se insta a las entidades a no recompensar con pagos el fracaso de un directivo por extinción del contrato.
El supervisor insta a las aseguradoras a revisar sus políticas de remuneración para cerciorase de que reflejan “una planificación de capital prudente y que son consistentes con la situación actual”.
Tanto Eiopa como su homólogo en España ya instaron a las aseguradoras a suspender su dividendo para fortalecer el capital.