Bruselas empeora al 10,9% su previsión de caída de PIB de España este año

DOS VELOCIDADES/ La crisis deja su peor impronta en España, Francia e Italia. Después de caer más de un 10% este año, apenas repuntarán entre un 6% y un 7% en 2021, mientras que países como Alemania podrían recuperarse para entonces.

Más de cinco meses después de la irrupción de la pandemia del Covid-19 en Europa, las previsiones económicas para el continente son todavía peores que en los momentos más dramáticos de la emergencia sanitaria. La caída será intensa, la recuperación, lenta, y abrirá una profunda brecha entre los países que lograrán resistir mejor y aquellos que se hundirán este año y tardarán varios en recuperar lo perdido.

La crisis dejará su peor impronta en España, Italia y Francia, y ésta será todavía más dramática de lo esperado. Después de caer más de un 10% este año, estos tres países repuntarán entre un 6% y un 7% en 2021.

La Comisión Europea presentó ayer sus previsiones económicas para los 27 como parte de su actualización de verano, y empeoró el desplome previsto para España a un hundimiento del 10,9% este año, por encima del -9,4% estimado en primavera. Una revisión que se alinea con el peor pronóstico también anunciado por el Fondo Monetario Internacional, que atribuye a la economía española una caída del 12,8% este año. El de España será el segundo peor dato de la Unión Europea, sólo después de Italia, cuyo PIB se hundirá un 11,2%. En Francia se producirá el tercer mayor descenso, del 10,6%.

“El impacto económico de la paralización es más grave de lo que se esperaba inicialmente. Seguimos en una época revuelta y enfrentándonos a muchos riesgos, incluida otra oleada importante de infecciones”, advirtió el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis.

Bruselas explica el desplome esperado por el parón económico provocado por los meses de confinamiento, y que en estos tres casos no logrará verse compensado por el repunte de la segunda mitad de 2020. En el caso de España, el PIB descendió un 5,2% en el primer trimestre, lo hará un 16,9% en el segundo (la mayor caída de la UE), y sin embargo crecerá un 12,9% en el tercero y un 3,4% en el cuarto, un rebote insuficiente como para recuperar lo perdido.

De cara al segundo semestre del año y 2021, se espera que la economía europea se recupere, pero a dos velocidades. Habrá países, como Alemania, que el año que viene recupere sus niveles precrisis, y otros, como España, Italia o Francia, que todavía tardarán varios años en conseguirlo.

Una de las consecuencias más graves de estas diferencias, según alertó la Comisión, es que las divergencias ya existentes en la Unión serán ahora todavía más profundas. El impacto de la pandemia fue mucho más virulento en países mediterráneos que en el norte de Europa; las restricciones para poder pararlo, más drásticas también en el sur; y la capacidad fiscal de respuesta de los países, mucho más potente en Alemania que en Italia o España. Si los estados partían de posiciones muy diferentes a la hora de hacer frente a esta crisis, tras ella, la brecha será mucho mayor. Esta será la gran baza que deberán jugar los líderes de los estados más castigados en el Consejo Europeo previsto para el 17 y 18 de julio, cuando se espera que negocien la forma y poder de fuego del futuro fondo europeo de recuperación.

“La respuesta política en toda Europa ha contribuido a amortiguar el golpe para nuestros ciudadanos, pero ésta sigue siendo una historia de creciente divergencia, desigualdad e inseguridad. Por ello es tan importante alcanzar un acuerdo rápido sobre el plan de recuperación propuesto por la Comisión para inyectar tanto nueva confianza como una nueva financiación a nuestras economías en este momento crítico”, explicó el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni.

Un plan de choque potente, basado en ayudas directas y no sólo préstamos que engrosen la deuda de estados ya muy endeudados, podría salvar la brecha de la que avisa Bruselas. El riesgo es que tres de las mayores economías de la eurozona se descuelguen y arrastren al resto.

A diferencia de crisis anteriores, esta recuperación será diferente. Lo advirtió ayer también la agencia de ráting S&P en un informe en el que explica que “la recuperación económica probablemente será muy desigual en todas las geografías, dependiendo de la capacidad de las autoridades para contener el virus y preservar el empleo y el tejido económico”.

S&P establece tres velocidades de salida de la crisis. Los primeros en salir (China, Australia o Corea) se vieron menos afectados por la contracción de la producción y podrían recuperar la mayor parte de su tendencia de crecimiento anterior. En segundo lugar, los estados de la eurozona, EEUU o Japón no lograrán recuperar lo perdido hasta como mínimo finales de 2021. Por último, Latinoamérica o India todavía luchan por contener el virus, y probablemente incurrirán en pérdidas más significativas en comparación con antes de la crisis.

La agencia crediticia avisa además de que el grave efecto de los bloqueos prolongados en el empleo y la confianza del consumidor “también significa que la recuperación llevará más tiempo de lo esperado en 2021-2023, con una pérdida permanente en la producción”.

Editorial / Página 2