La disyuntiva del sector asegurador

La pandemia que asola el planeta va a tener consecuencias sin precedentes en la economía, y el sector de seguros no escapa del lastre global. Las aseguradoras y reaseguradoras se enfrentan a una difícil disyuntiva en la nueva era: cubrir los riesgos inherentes a la pandemia que las empresas afrontan en su actividad habitual, o salvaguardar su supervivencia y rechazar en las pólizas todo lo que huela a una crisis sanitaria como la actual, convencidas de que es inasumible por la magnitud de los daños empresariales que provoca. El sector ha optado, con carácter general, por la segunda opción. Un horizonte que las empresas miran con frustración, ya que ven muy difícil contar con un paraguas de protección. La pelota está en gran parte en el tejado de los supervisores y los Estados, que analizan la situación y el clamor de las aseguradoras para que se determinen ayudas públicas que permitan cubrir los riesgos de pandemias futuras. Un paso nada desdeñable, ya que la economía mundial no se puede permitir otro embudo como el creado con el Covid. La Comisión Europea, Eiopa (supervisor del sector en la UE), y las aseguradoras,trabajan en explorar vías supranacionales para diseñar este tipo de coberturas. La tarea, complicada, está abocada a la colaboración público-privada, y sería la única vía posible para diseñar una oferta aseguradora que proteja realmente al tejido empresarial. De otra forma, los estados tendrían que volver a arrimar el hombro en cualquier caso. La cobertura de los particulares en salud es otro reto. El sector ha capeado la pandemia, pero deberá abordar su futuro en situaciones como la actual.