S&P: la banca afronta deterioros crediticios por valor de 2 billones

EN DOS AÑOS/ Consumirán el 75% de los ingresos no provisionados de los grandes bancos en 2020, y el 40% en 2021.

La agencia de calificación S&P Global rátings pinta de color negro el futuro cercano del sector bancario global. Según señala en su último informe, espera que las entidades afronten pérdidas de alrededor de 2,1 billones de dólares por el deterioro de la calidad de sus créditos.

El grueso del impacto se producirá ya este año, cuando el deterioro de las carteras de crédito de los bancos se sitúe en los 1,3 billones, más del doble de los niveles registrados el ejercicio anterior. En 2021, al calor de la esperada recuperación económica, los bancos lograrán frenar la hemorragia y rebajar la cifra de deterioro hasta los 800.000 millones de euros, un nivel que desde la agencia estadounidense califican como elevado, pero más manejable.

“Los efectos de la pandemia y de las medidas tomadas para detenerla tendrán efectos grandes y duraderos sobre la calidad de los activos de la banca”, señalan los analistas de S&P Global, que anticipan que “2019 habrá marcado el fin de una era de deterioro benigno del crédito de la banca global”.

Aunque desde S&P esperan que los niveles de beneficios previos y sus colchones de cobertura puedan, en muchos casos, absorber buena parte de las pérdidas, la agencia de ráting no descarta que el deterioro de la calidad de los activos pueda influir en las calificaciones de algunas entidades, que se encuentran en algunos casos bajo revisión. Para varios bancos, el deterioro puede llevar incluso a que registren pérdidas operativas.

La firma estadounidense señala que el deterioro del crédito consumirá un 75% de los ingresos no provisionados de los 200 mayores bancos del mundo, que concentran alrededor de dos tercios de todo el volumen de préstamos. En 2021, el peso de las pérdidas en la cartera de crédito sobre los ingresos se reducirá hasta el 40%.

El impacto de las pérdidas se repartirá de forma desigual en términos geográficos. Según señala S&P, el 60% del deterioro de los próximos dos años se concentrará en la región de Asia y el Pacífico, con China como referente. La agencia de calificación indica que se trata de algo lógico teniendo en cuenta que, en términos de préstamos, el sistema bancario del gigante asiático es tan grande como el de EEUU, el japonés, el alemán y el británico juntos. En Europa, el deterioro superará los 220.000 millones de dólares entre los dos años.

Pero el estado final del futuro balance de las entidades dependerá también de otros muchos factores, como el apoyo fiscal de los Gobiernos a sus respectivas economías, cuánto se mantengan las garantías públicas y las moratorias sobre determinados créditos y la transparencia.

Sobre este último aspecto, S&P señala que los bancos con una supervisión menos estricta pueden tener la tentación de no aflorar todo el deterioro de la calidad del crédito, pero se trata de un recurso contraproducente. “Los retrasos a la hora de provisionar y reconocer pérdidas pueden minar la confianza de los inversores en las entidades y retrasar la recuperación de algunos países”, advierte Osman Sattar. analista de S&P.