Cos dice que las firmas tecnológicas garantizan la competencia bancaria

LA ENTRADA DE JUGADORES DIGITALES JUEGA A FAVOR/ El Banco de España pide al sector que sólo se intenten aquellos proyectos de integración bancaria que contemplen ahorros de costes notables.

El gobernador del Banco de España habló ayer de las fusiones bancarias durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso para presentar el informe anual del supervisor.

Pablo Hernández de Cos afirmó que estas operaciones no han provocado una disminución del grado de competencia exigible, de acuerdo con sus análisis de los márgenes financieros, y añadió que no se trata de una amenaza latente, incluso si se siguen anunciando nuevas integraciones. “Hay competidores nuevos [en referencia a los gigantes tecnológicos y fintech] que están entrando en los segmentos más rentables del negocio financiero y eso reduce los problemas de competencia”, argumentó.

Hernández de Cos recordó que el nivel de rentabilidad de los bancos es insuficiente y que es “peligroso” que existan bancos que estén “sobredimensionados”.

El gobernador pidió responsabilidad a los directivos para que sólo consideren aquellos proyectos de integración con sentido industrial y financiero. “Si la operación no genera sinergias [ahorro de costes, básicamente, por recorte de sucursales duplicadas y de empleados] lo único que se consigue es una entidad más grande y más compleja de gestionar. Las fusiones tienen que tener un proyecto claro y deben estar bien ejecutadas”, explicó.

“Estas operaciones son responsabilidad de los equipos gestores y de los accionistas. El papel de los supervisores bancarios es analizar la viabilidad de los proyectos de fusión que se presenten y, llegado el momento, vigilar su adecuada ejecución”, recordó.

El BCE exige siempre un plus de capital a los bancos que elevan de manera notable su tamaño. El supervisor desveló que la nueva CaixaBank tendrá un recargo de capital de 0,25 puntos tras la absorción de Bankia.

El supervisor español ve lejanas las fusiones entre gigantes bancarios europeos. “Ojalá hubiera consolidación transnacional. No estamos viendo este proceso porque entre bancos de diferentes países las sinergias son mucho menores”, explicó.

Cos fue interpelado por su opinión sobre un posible endurecimiento fiscal. Su posición es absolutamente contraria a cargar a la banca con un impuesto especial. “¿Quién acabaría pagando eso? O los propios usuarios de banca o los bancos. Teniendo en cuenta su problema de rentabilidad podría generar un problema de inestabilidad financiera y, como consecuencia, inestabilidad económica”, argumentó.

Dividendos y bonus

Durante su intervención, Hernández de Cos insistió en el mensaje de que los bancos deben seguir siendo “muy prudentes” en su política de distribución de dividendos y de remuneraciones hasta que no se disipe la incertidumbre actual y se consolide la recuperación económica.

Según explicó, mejorar la eficiencia no pasa solo por reducir costes, sino también por realizar las inversiones necesarias en digitalización y explotación de la información para proporcionar un servicio de mayor calidad. “Solo esto permitirá a las entidades afrontar el reto adicional que supone la potencial entrada de nuevos competidores, como las big tech”, señaló.

En relación con el impacto del Covid, el Banco de España sostiene que la banca española está lo suficientemente capitalizada como para soportar el impacto del escenario central macroeconómico que contempla el BCE. “Pero no podemos descartar escenarios peores”, apuntó.

El gobernador admitió el poco éxito que está teniendo la línea del ICO de 40.000 millones pensada para proyectos de inversión.

Estímulos

Hernández de Cos explicó que los estímulos monetarios del BCE seguirán durante un periodo de tiempo prolongado. “No es descartable que se amplíe el programa de compras del BCE en su extensión temporal”, señaló. Por su parte, Christine Lagarde, presidenta del BCE, aseguró ayer en un evento organizado por The Wall Street Journal que la recuperación económica global no será completa hasta finales de 2022, incluso aunque el año que viene haya una vacuna contra el Covid. Lagarde expresó su temor a la repercusión sobre el crecimiento que puede tener esta segunda ola de la pandemia. El BCE, según indicó, no descarta relajar más su política monetaria.

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