Amazon, Apple y las ‘big tech’ aceleran en la concesión de crédito

572.000 MILLONES DE DÓLARES/ La financiación de las grandes tecnológicas acumula siete años de récords y supera el medio billón de dólares. El BIS considera que complementa a la financiación bancaria.

Las grandes tecnológicas copan los puestos de las mayores empresas del mundo y, poco a poco, van dejando su huella en todos los negocios. Entre sus últimas incursiones se encuentra el sector financiero, en el que empezaron casi de refilón, pero en el que cada año cobran más fuerza.

Según los últimos datos manejados por el Banco de Pagos Internacionales (BIS), conocido como el banco central de bancos centrales, las grandes empresas tecnológicas de todo el mundo aceleraron en 2019 la concesión de crédito para prestar 572.000 millones de dólares. Las llamadas big tech en la jerga, que son las conocidas Amazon, Apple y Facebook, entre otras, pero también, y sobre todo, multitud de empresas asiáticas, quieren aprovechar las ventajas de entrar en este negocio gracias al importante volumen de datos que manejan de sus clientes. En muchos casos, como en las empresas de comercio electrónico, conceder ellos mismos la financiación les abre las puertas a un mayor crecimiento.

Colaboraciones

Entre las grandes tecnológicas, destaca tanto la financiación a sus clientes y otros servicios financieros que llevan a cabo por su cuenta como en colaboración con un banco. Por ejemplo, en 2019 Apple lanzó Apple Card junto con Goldman Sachs, que sólo en ese año concedió financiación por 7.000 millones de dólares. Amazon, por su parte, financió compras por 1.000 millones y trabaja también con Goldman Sachs para implementar un servicio de financiación a las pequeñas empresas que utilizan su plataforma como portal de venta.

El mayor mercado para el crédito de este tipo de empresas está en China, donde Alibaba se erige como el rey indiscutible. Junto con Baidu o Tencent, habrían alcanzado en 2019 los 100.000 millones de dólares. El mercado estadounidense, pese al enorme tamaño de sus compañías tecnológicas, no es rival para el gigante asiático, aunque es cierto que se encuentra en fase de lanzamiento y amenaza con presentar batalla.

En Europa, sin embargo, el negocio crediticio de las grandes tecnológicas es prácticamente inexistente y son las fintech, las nuevas empresas que combinan tecnología y servicios financieros como su negocio principal, las que llevan la voz cantante.

A nivel global, las grandes tecnológicas están ganando ya la partida del crédito incluso a las fintech, que el año pasado concedieron financiación por valor de 223.000 millones de dólares. Esto supone una ligera caída respecto a los datos registrados el año anterior, si bien es cierto que, según el BIS, se debe exclusivamente a un retroceso en el mercado chino por una regulación más estricta. En conjunto, la financiación tecnológica (fintech+big tech) rozó en 2019 los 800.000 millones.

Y cada año el volumen crece más rápido. “Como industria podemos haber comenzado la reforma estructural, pero queda aún un largo camino por recorrer”, señala Yoni Assia, consejero delegado de la fintech eToro.

“El crédito de las grandes tecnológicas y de las fintech está creciendo a niveles que pueden ser relevantes desde el punto de vista de la estabilidad financiera”, indica el BIS, que sin embargo señala que “en general, la actividad de esta financiación alternativa parece más dedicada a complementar el crédito bancario que a sustituirlo”.

Competencia

Pero que hasta ahora las fintech y las big tech hayan llegado a donde la banca no ha querido o no ha podido no quiere decir que, en el futuro, no vayan a competir por los mismos clientes.

Según afirma Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, los usuarios no deben temer que las fusiones bancarias dejen el panorama financiero con muy pocas entidades porque pronto la competencia de las big tech será real y durísima. En esa línea se pronunció el pasado mes Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, que indicó que “la rivalidad entre los bancos y las grandes tecnológicas será cada vez mayor”.

Por su parte, la agencia de calificación crediticia Moody’s cree que las big tech reforzarán la presión sobre la banca, que tendrá que llevar a cabo inversiones millonarias en digitalización si no quiere quedarse obsoleta.

Quejas de la banca

Desde el sector bancario español, por su parte, tanto Ana Botín, presidenta de Santander, como Carlos Torres, presidente de BBVA, han reclamado en los últimos tiempos un terreno de juego normativo equilibrado entre bancos y tecnológicas, pues mientras unos tienen que cumplir serios requerimientos de capital y una supervisión estricta, el crédito de los nuevos jugadores es mucho más libre siempre que no capten dinero de clientes con depósitos.

“Abogo por tener las mismas obligaciones independientemente de quién seas”, protestó recientemente Botín, que dijo que ve una “clara ventaja competitiva” para las tecnológicas. Torres, por su parte, ve gran potencial en las alianzas con las big tech, aunque también reclama un “acercamiento normativo”.

Además, el presidente de la Asociación Española de Banca, José María Roldán, señaló el año pasado que las big tech “pueden convertirse en problema para el sector y las autoridades desde el punto de vista de la regulación y la estabilidad financiera”.

La Llave / Página 2