“Líder es el que contagia su entusiasmo”

DE CERCAEnrique Rojas Montes Psiquiatra y director del Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas de Madrid

Enrique Rojas asegura que las redes sociales, la televisión y valores actuales como el dinero, la competitividad o la inmediatez fomentan la infelicidad. Acostumbrado a lidiar con ella, aconseja centrarse en el amor, la cultura, la amistad y el trabajo.

Enrique Rojas Montes (Granada, 1947) es uno de los psiquiatras españoles más prestigiosos, tanto que ha vendido más de tres millones y medio de libros. El último de ellos explica cómo lograr el equilibrio emocional, o lo que es lo mismo, la felicidad. ¿Tan necesitados estamos? “Casi todo lo bueno y lo malo que nos pasa en la vida tiene que ver con cómo hemos sido capaces de gestionar nuestras emociones. La felicidad consiste en tener una personalidad bien construida y los cuatro pilares sobre los que se sustenta son amor, cultura, amistad y trabajo. Además, se consigue moderando las ambiciones, no pidiéndole a la vida aquello que no nos puede dar”, asegura Rojas, que además de psiquiatra y escritor, puede presumir de ser consejero de algunos de los directivos más destacados de nuestro país, que acuden a la clínica que dirige, el Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas de Madrid. Casado con Isabel Estapé Tous, agente de Bolsa, notario y miembro del consejo de administración de CriteriaCaixa, Rojas es catedrático de Psiquiatría y Psicología Médica.

– Trata a muchos directivos y empresarios en su consulta. ¿Se nace o se hace uno líder?

Hay características que distinguen a un líder de alguien que no lo es y muchas tienen que ver con una personalidad. Destacaría de los líderes que arrastran a las masas, que están dispuestos a servir a otros, que son coherentes entre lo que dicen y lo que hacen, que son un referente, que son capaces de contagiar entusiasmo y que tienen el coraje de decir lo que piensan. El problema es cuando la palabra líder se confunde con ídolo.

– Usted también es líder de un grupo de personas en su clínica. ¿Predica con el ejemplo?

Una de las cosas más complicadas de la vida es tratar con otras personas, pero para hacerlo es fundamental respetar el espacio de cada uno. La relación entre médico y paciente es tan estrecha que no puedes delegar a un paciente al que estás tratando desde hace años a otro psiquiatra del equipo, por muy bueno que sea y aunque ese día tengas mucho trabajo. Adquieres un compromiso que va más allá de la responsabilidad.

– ¿La clave del éxito para ser feliz es conformarse?

Veo a diario gente infeliz, que lo pasa mal, que no quiere vivir, que está deprimida, hundida, sin esperanza, con un trastorno de personalidad o con ansiedad. En la sociedad actual valores como el dinero, la competitividad o la inmediatez no están haciendo mucho por nuestra felicidad. Tampoco lo hacen las redes sociales o la televisión que nos animan a vivir una vida que no está a nuestro alcance. Eso genera una frustración que se traduce en infelicidad. No se trata de conformarse, sino de ser consciente de lo que somos y de dónde vivimos, y fijar el umbral de felicidad en un ideal alcanzable.

– ¿Qué les falta entonces a sus pacientes para ser felices?

Saber vivir. La felicidad consiste en tener un proyecto de vida coherente y realista, y llevarlo a la práctica con ilusión, pero no deben ser otros los que nos digan cuál es ese proyecto. Es algo que tenemos que decidir nosotros sin dejarnos influenciar por famosos o amigos. Para alcanzarla hay que tener una voluntad de hierro, ser firme en esa decisión y aprender a tener una visión positiva.

– En ‘Todo lo que tienes que saber sobre la vida’ (Espasa) dice que hay muchas formas de ser feliz.

Sí, cada uno elige su propio camino, su proyecto personal, pero tiene que estar sustentado en una personalidad bien construida que le permita realizarlo y ser feliz.

– Esta personalidad se sustenta en cuatro pilares: amor, cultura, amistad y trabajo. ¿Por qué está la cultura al mismo nivel que al amor?

La cultura es la estética de la inteligencia, es la curiosidad por aprender cosas que nos enriquecen, que nos hacen mejores personas. El ser humano es curioso y necesita explorar, estudiar, profundizar... Hoy hay demasiada gente que no se aproxima a ella porque está atrapada en las redes sociales o la televisión y es una pena porque su vida está vacía.

– ¿No se puede ser feliz sin amigos?

Hay que distinguir entre amigo y aquella persona que en un momento dado está cerca de nosotros, pero que en el fondo no significa nada. Amistad es una relación cercana en la que hay duración y confianza. Sancho Panza dice en El Quijote: “Amigo que no da y cuchillo que no corta, si se pierden poco importa”.

– Muchos de los problemas actuales tienen que ver con las crisis de pareja. ¿Tan difícil es amar?

Amor es querer el bien del otro y supone trabajarse mucho ese sentimiento en el ser elegido, buscarlo en el otro y hacerlo desinteresadamente. El problema es que es una palabra llena de promesas, pero amar es una tarea muy dura, un trabajo, que si no se hace con éxito, condena a la pareja porque no es un sentimiento eterno. Daría tres consejos a todas las parejas para evitar una crisis: no iniciar discusiones innecesarias, no sacar la lista de reproches del pasado y saber perdonar y olvidar, que es perdonar dos veces. Además, para estar bien con alguien hay que estar primero bien con uno mismo y eso implica superar heridas del pasado.

– ¿Hay demasiada gente preocupada por su cuerpo y muy poca por resolver sus problemas afectivos?

Resulta sorprendente, pero sí. El ser humano es una realidad compuesta de cuerpo, alma y psicología. Es fundamental conseguir un equilibrio entre estos tres principios para alcanzar la felicidad. La vida personal es la asignatura más importante que debemos cursar y para ello es importante saber lo que uno quiere, poner los medios, tener las ideas claras y después diseñar, organizar, programar. El problema es que hay demasiada gente que tiene inmadurez sentimental, no sabe entender sus sentimientos y por eso le resulta muy difícil construir una relación.