Se avecina oleaje en el mundo del petróleo. El pulso político que mantienen Irán y las principales potencias occidentales, con el Estrecho de Ormuz como escenario central, se tensa por minutos. Según ha podido saber EXPANSIÓN, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) prepara un plan de emergencia en caso de que el país regido por Mahmud Ahmadineyad bloquee el Estrecho, como ha amenazado varias veces en las últimas semanas. Dicho plan (llamado acción colectiva en la jerga de la AIE) consiste en exigir a los países miembros que saquen al mercado barriles extra de crudo procedentes de sus reservas estratégicas. Se trataría de una medida igual a la impulsada por la Agencia el pasado 23 de junio ante la falta del suministro de Libia, azotada entonces por la guerra. En aquella ocasión se liberaron 60 millones de barriles extra durante un mes.
La acción colectiva compensaría un escenario de escasez si Irán cumple sus advertencias. Por el Estrecho de Ormuz, de menos de 100 kilómetros de anchura y que separa la costa iraní del Golfo Pérsico, circula el 40% del transporte marítimo y el 20% del comercio mundial del oro negro. Es, por tanto, una puerta crucial de abastecimiento para las necesidades energéticas de Europa y demás regiones del planeta.
La introducción de barriles suplementarios por parte de la AIE también relajaría los precios del crudo: el barril de Brent cotizaba ayer por encima de los 113 dólares, en una jornada especialmente tensa para Irán. La autoridades persas acusaron a EEUU e Israel de asesinar al experto en energía nuclear Mostafa Ahmadi Roshan. Se trata del cuarto crimen de este tipo cometido en dos años.
200 dólares
Sea como fuere, analistas de Société Générale auguran más tensiones geopolíticas e incluso hablan de un escenario de hasta 200 dólares por unidad. En junio, el plan de la Agencia surtió efecto: los precios cayeron un 6% en sólo una jornada.
El ministro de Asuntos Exteriores de Dinamarca, Villy Soevndal, cuyo país ejerce la presidencia de turno de la UE, anunció ayer que el continente vetará las importaciones de petróleo iraní en el Consejo Europeo del próximo día 23 en Bruselas, que se ha adelantado una semana para no coincidir con la cumbre extraordinaria de líderes comunitarios el día 30. Asimismo, grandes compradores del crudo de Irán como Japón e India se han sumado a esta ofensiva y reducirán progresivamente sus importaciones del país persa. Pese a las presiones del secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, China no participará en este bloqueo colectivo, al tratarse del mayor socio comercial de Teherán. Rusia tampoco respalda el veto.
Según Soevndal, países como Arabia Saudí o Kuwait "estarían muy interesados" en suplir el gran vacío que dejará el embargo. España será la nación europea más castigada: de los 792.000 millones de barriles diarios que Irán exporta a la UE (incluyendo Turquía), 196.000 tienen destino español. A continuación, los mayores importadores son Italia (186.000), Grecia (103.000) y Francia (58.000). El 14,7% del oro negro que compra España es iraní.
En la acción colectiva ordenada por la interrupción del suministro libio (el país exportaba 1,6 millones de barriles diarios, de los que el 80% se dirigían a países europeos), España tuvo que aportar 76.000 barriles al día durante un mes. En total, 2,28 millones. Entre otros efectos, el bloqueo libio provocó la rebaja en febrero de 2011 de la velocidad máxima en carreteras a 110 km/h por hora, que el Gobierno revocó en julio.