Pistoletazo de salida para la venta de Popular. Su presidente, Emilio Saracho, conocerá hoy los nombres de los potenciales candidatos interesados en adquirir la entidad. Se trata de una primera aproximación para sondear el grado de apetito que despierta Popular entre sus competidores si finalmente se acuerda su venta, según fuentes conocedoras del proceso, seguido de cerca por las autoridades económicas.
Entre los interesados se encontrarían los tres grandes grupos españoles, Santander, CaixaBank y BBVA. El comprador conseguiría el liderazgo del negocio bancario en España. Banco Sabadell también se ha mostrado proclive a estudiar la operación, pero con poco convencimiento, según fuentes financieras conocedoras de los movimientos de aproximación a Popular. Además, un grupo financiero extranjero también se habría interesado por Popular.
El banco nacionalizado Bankia está en una situación especial, debido a su propia naturaleza pública y a que está inmerso en el proceso de integración de BMN, pero en el mercado se considera que puede tener un rol activo en el proceso de consolidación del sector bancario español y que también podría aproximarse a Popular.
Estas muestras de interés han sido recabadas hasta la fecha por el banco de negocios JPMorgan, uno de los asesores contratados por Saracho y donde ha trabajado casi treinta años hasta ocupar la posición de vicepresidente mundial. JPMorgan ha abierto parte de los libros de Popular a estas entidades, según las fuentes consultadas por EXPANSIÓN.
Ránking
Una absorción de Popular por Santander, BBVA, CaixaBank o Bankia-BMN otorgaría al comprador el liderazgo bancario en España. Además, alteraría las cuotas de mercado en un negocio de valioso margen, el de pymes, donde Popular controla el 17,7% del segmento.
En paralelo a este proceso de prospección del mercado para una posible venta de Popular, el banco presidido por Emilio Saracho sigue trabajando también en el escenario de acometer una ampliación de capital, todavía sin cuantificar, que fortalezca su solvencia y le permita cubrir el déficit de capital del banco, también en pleno proceso de fijación.
La estimación más reciente, la del bróker Kepler Cheuvreux, cuantifica estas necesidades en 5.600 millones de euros, aunque fuentes financieras que siguen de cerca la evolución de Popular estiman que las necesidades de provisiones adicionales serán muy inferiores a este volumen.
Banco Popular envió ayer a la CNMV un hecho relevante en el que negaba que “haya finalizado una inspección del Banco Central Europeo (BCE) hace dos semanas o en fecha reciente, que haya emitido sus conclusiones relativas a provisiones, o que haya hecho valoración alguna sobre los depósitos del banco”. El banco añadía que “de acuerdo con manifestaciones del propio BCE a Reuters, la inspección que está llevando a cabo es parte de su programa de supervisión ordinaria, no ha concluido y cualquier asunción del resultado final es incorrecta porque todavía no se ha alcanzado ninguna conclusión”.
Popular indicó ayer que ha alcanzado una ratio de liquidez del 146%, que cumple con todos los requisitos regulatorios, y que los resultados del primer trimestre de 2017 han demostrado su capacidad para generar resultados ordinarios, informó Europa Press. Fuentes de la entidad añadieron que las provisiones del trimestre por 496 millones se relacionan en su mayor parte con la exposición inmobiliaria, a la vez que reflejan la decisión de tener un balance saneado, con las valoraciones y el capital adecuados.