El BCE asegura que sus compras masivas de deuda “ya son un éxito”

HAY SERIOS RIESGOS PARA LA ESTABILIDAD DE PRECIOS/ Varios miembros del Consejo de Gobierno, entre ellos el gobernador del Banco de España, alertan del riesgo de deflación, que obliga al BCE a seguir actuando.

El Banco Central Europeo (BCE) está muy satisfecho con los resultados de su Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP). Tras anunciar el jueves una ampliación por 600.000 millones de euros, que lleva el volumen de este programa hasta los 1,35 billones de euros, Philip Lane, economista jefe de la institución, celebró la que ha sido su medida estrella contra el impacto económico del coronavirus con el mercado en pleno rally.

“En el entorno actual de elevada incertidumbre y estrés asociado en los mercados financieros, el PEPP ya ha demostrado ser una herramienta efectiva de política monetaria al apoyar la estabilización de los mercados y revertir las dinámicas adversas de las condiciones financieras”, indicó el banquero irlandés.

Pero los estímulos no llegan porque el BCE tenga intención de sacar músculo en los mercados o de exhibir su nueva herramienta. Según las últimas estimaciones de la autoridad monetaria, la pandemia ha generado serios riesgos sobre la estabilidad de precios, hasta el punto de poner sobre la mesa la posibilidad de una espiral deflacionaria. Ante la posibilidad de la variación de precios se torne negativa, el BCE, que se rige por el mandato de llevar la inflación a un nivel cercano, pero inferior al 2%, está obligado a actuar.

“Los riesgos deflacionarios han aumentado y esa es una de las razones por las que el BCE está tomando las medidas que está tomando, para garantizar que el riesgo no se materialice”, afirmó ayer Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España y miembro del Consejo de Gobierno del BCE, en una entrevista con Bloomberg.

En la misma línea se pronunciaba Lane en su análisis al señalar que, en el medio plazo, la caída del empleo y de la actividad económica crea una presión deflacionaria que, incluso contando con los posibles elementos de encarecimiento de precios que puedan llegar por las rupturas de la cadena de suministro por la pandemia, tienen un impacto muy negativo sobre los precios.

La insistencia de los miembros del BCE en destacar los riesgos para la estabilidad de precios –la presidenta Christine Lagarde también se pronunció en ese sentido el jueves– apuntan directamente a Alemania, donde sigue la batalla contra la sentencia del Tribunal Constitucional, que concluyó el mes pasado que la autoridad monetaria se había extralimitado en sus compras de deuda. Aludiendo de forma constante al peligro de no poder cumplir su mandato, la institución con sede en Fráncfort busca demostrar la proporcionalidad de sus acciones para evitar nuevos enfrentamientos, pese a que afirma que la sentencia alemana no le condiciona y que se rige por la ley europea.

Actuación rápida

Con un 30% del nuevo programa de compras de deuda ya consumido, el BCE ha preferido dar un golpe sobre la mesa cuanto antes para apuntalar los éxitos de las medidas contra la pandemia con más estímulos, una visión apoyada por Hernández de Cos. “Cuando la incertidumbre es muy alta, cuando existe el riesgo de baja inflación o incluso deflación, la respuesta de la política monetaria debe ser aún más contundente e incluso más rápida”.

Haber actuado rápido no ha dejado al BCE sin armas para futuras reuniones. La ampliación de las compras de deuda a bonos que hayan perdido el grado de inversión (ráting BBB- o superior) en la pandemia cobra fuerza. El consejo de Gobierno del BCE no discutió la posibilidad en su última reunión, pero, según Hernández de Cos, “obviamente, no significa que no lo discutamos en el futuro”.