La digitalización: un reto y una oportunidad

La presentación ayer por el presidente del Gobierno del plan España Digital 2025, con un objetivo de inversión de 140.000 millones de euros, en su mayor parte privada, ha sido recibida positivamente por el sector tecnológico y será, junto con las inversiones destinadas a la economía verde, uno de los dos pilares de modernización y progreso en los próximos años. España presenta claroscuros en digitalización. Por un lado, cuenta con una de las redes de fibra más competitivas de Europa (“hay más fibra rural en España que en la Europa urbana”, según José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica). Por otro lado, hay grandes carencias en la digitalización de las pymes y la Administración, y una gran brecha digital en la educación. En la elaboración del plan han participado 15 ministerios y organismos públicos y 25 agentes empresariales y sociales, y se contempla una inversión de 70.000 millones de euros en los primeros tres años, de los que 20.000 millones serán públicos, y de éstos 15.000 millones irán a cargo de los fondos europeos para la reconstrucción. La agenda del plan consta de 50 medidas –todavía no definidas en detalle– que se articulan en torno a diez ejes estratégicos, entre los que se incluyen el objetivo de que en 2025 al menos el 25% del negocio de las pymes provenga del comercio electrónico, que el 50% de los servicios públicos estén disponibles a través de app móvil, simplificando la relación de la ciudadanía y las empresas con las Administraciones, y el refuerzo de la capacidad española en ciberseguridad, con el propósito de disponer de 20.000 especialistas. El plan también aspira a que España siga liderando el despliegue de la tecnología 5G en Europa, incentivando su contribución al aumento de la productividad económica. Esta infraestructura se ha convertido en una de las piezas clave para la modernización del país y las grandes operadoras esperan con interés el lanzamiento de las subastas para repartirse el espectro y desarrollar la nueva tecnología. En conjunto, el plan va en la buena dirección: la digitalización de algunos sectores punteros tecnológicamente –banca, sector eléctrico y automoción, por ejemplo– ha aumentado fuertemente en los últimos años, y con ello se está produciendo un continuado aumento de productividad. Resulta imperativo, eso sí, que el reparto de recursos sea eficaz y que contribuya también a impulsar el desarrollo de empresas de sectores con capacidad para generar empleo.