Europa marca un hito para salir de la crisis con el que España recibirá 140.000 millones

FONDO EUROPEO DE RECONSTRUCCIÓN/ Los líderes acuerdan que la UE se endeude para financiar un estímulo económico de 390.000 millones de euros en subvenciones y 360.000 millones en créditos, un hito inimaginable hace apenas unos meses.

Se dice que en Europa hace falta una crisis para que los 27 estados comunitarios olviden diferencias que se antojaban insalvables y se pongan las pilas para avanzar en el proyecto europeo. Y cuando finalmente lo consiguen, Europa renace. “Europa ha demostrado en esta situación ser capaz de actuar”, se congratuló ayer la canciller alemana, Angela Merkel.

Ocurrió tras el estallido de la crisis financiera, y volvió a pasar ayer, cuando los líderes europeos lograron cerrar un acuerdo histórico para el futuro de la Unión: Un Fondo Europeo de Reconstrucción para rescatar a las economías del colapso sin precedentes del Covid-19, y un nuevo marco financiero para el presupuesto europeo de 2021-2027. “Hemos demostrado que la magia del proyecto europeo funciona, porque cuando pensábamos que era imposible, hay salida”, declaró un exultante Charles Michel, presidente del Consejo Europeo y timón de las negociaciones.

Fue Michel quien, a las 5:31 de la mañana del lunes anunció en un escueto tuit: “¡Acuerdo!”. Hizo falta la cumbre europea más larga de la historia (o casi) para conseguir sacar adelante el acuerdo, pero sólo cuatro días para restañar una brecha insondable en el seno de la Unión. Durante el fin de semana, el choque frontal entre países llegó a ser tal, juego sucio y desplantes inclusive, que por momentos se temió que las negociaciones encallaran. No fue así.

El fondo europeo de reconstrucción acordado tendrá un poder de fuego de 750.000 millones de euros, repartidos entre 390.000 millones en subsidios y 360.000 millones en préstamos. Aunque la dotación del fondo en la propuesta inicial era también de 750.000 millones, Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia, contrarios a conceder ayudas que no haya que devolver, lograron frugalizar el fondo a base de un buen tijeretazo en los subsidios.

Lo histórico, más allá del poder de fuego del plan de rescate, es la forma: el fondo se nutrirá de una emisión masiva de deuda conjunta, respaldada por el presupuesto europeo. Que la Unión Europea acuda a los mercados para endeudarse de forma mancomunada es un hito inimaginable hace apenas unos meses. Si de las crisis de 2008 y 2012 cristalizaron avances hacia la unión monetaria –para los que hicieron falta años de negociaciones–, este será un gran paso hacia la unión fiscal en tiempo récord. “Podíamos haber tenido eurobonos, pero comparado con hace seis meses esto es espectacular”, explica Federico Steinberg, investigador principal del Real Instituto Elcano.

Y no sólo eso. El hecho de que la mayoría del fondo se reparta como ayudas que los países más golpeados no tendrán que devolver revela que esa integración hacia la que se avanza es, aunque le pese a los cuatro frugales, más solidaria.

Los líderes de los 27 regresan a sus países, por tanto, con una victoria bajo el brazo que podrán vender al electorado, con mayor o menor convicción, dependiendo del caso. Hablando del Gobierno de España, Pedro Sánchez llegó ayer a La Moncloa entre aplausos del Ejecutivo. El motivo de la celebración es que la economía española será la segunda más beneficiada por las ayudas, sólo después de Italia. España recibirá, en total, 140.000 millones de euros, más de un 18% del fondo. Pero España no se libra del toque frugal. Con el recorte en las ayudas, perderá unos 4.600 millones en subsidios, hasta quedarse en 72.700 millones de euros, frente a los 77.300 contemplados en la propuesta de la Comisión Europea. Una pérdida que explica que ayer Sánchez se declarara satisfecho en un 95% por el acuerdo.

En todo caso, España sale bien parada. No es que hace un mes hubiera 140.000 millones encima de la mesa y ahora el Gobierno vuelva a casa con otra cosa, es que España no tenía nada, y ahora tiene.

Sin la ayuda de Europa, la economía española se acercaba a un abismo: no sólo es una de las más golpeadas por la crisis. Es que, además, es de las que menos músculo financiero tiene para levantarse por sí misma. Con una deuda y un déficit que escalarán hasta niveles insostenibles este año, el Gobierno dependía de Bruselas para poder financiar su reactivación económica.

Pero la ayuda no será gratis, y para poder recibirla el Gobierno deberá implementar reformas estructurales. El acuerdo sobre el fondo incorpora una condicionalidad por la que todo país que pida dinero tendrá que presentar un plan de medidas y reformas donde se refleje en qué pretende gastar la ayuda.

Reformas incluidas en las recomendaciones de la Comisión Europea, y que, en el caso de España, hablan de profundizar en el mercado laboral, la sostenibilidad del sistema de pensiones o la sanidad pública. Reformas donde veleidades de los socios de Gobierno de Unidas Podemos, como derogar la reforma laboral, no tendrán cabida. El Gobierno podría afrontar ahora un giro de 180 grados en sus políticas.

Editorial / Página 2